viernes, 21 de marzo de 2008

Capacitados en discriminar

Hasta que a uno no le toca de cerca no se da cuenta, no se molesta, no le interesa. Es muy fácil estacionar el auto frente a una rampa de acceso para un discapacitado si total uno puede subir a la vereda sin ningún problema. Pero qué pasaría si por esas cosas de la vida uno la tiene que usar: ¿recién en ese momento se molestaría?

Nuestra ciudad esta llena de esos “incivilizados” (como los llama Carlos Matos, integrante de la biblioteca parlante) que no entienden que “el derecho a transitar libremente es un derecho constitucional, ya que la Constitución Nacional establece que todos tenemos derecho a estar, permanecer y salir del territorio. Se garantiza la libertad ambulatoria pero las barreras arquitectónicas, las barreras suspendidas, las barreras físicas impiden el ejercicio de ese derecho. Las barreras son producidas por la misma sociedad que no respeta el bien común que en este caso es el transitar libremente” dice Carlos furioso mientras apela a su memoria para recordar el artículo 14 de la Constitución Nacional porque, claro, no puede ojear la Carta Magna debido a su ceguera.

Él, como luchador de su discapacidad ve más que nosotros que podemos leer esta nota, por él se preocupa por lo que le toca vivir y nos comenta que “para una persona con dificultades de visión el hecho que no esté delimitada la senda peatonal, que este desdibujada, le ocasiona serios problemas para ver la dirección del lugar que esta manejando, las puertas blindex muy transparentes que no tengan una banda de color rojo u otro color fuerte en la mitad de la puerta muchas veces no son percibidas por una persona con disminución visual y ocasionan accidentes. Por otra parte en el caso especifico de las personas ciegas, los toldos que deberían estar como mínimo a 2 mts de altura que eso lo establecen las ordenanzas municipales y están a mucho menos, personalmente me ha ocasionado accidentes porque vos no podés ir punteando con el bastón hacia arriba”.

Es importante que al hablar de discapacidades no nos quedemos sólo con la imagen de la persona que esta en silla de ruedas, hay muchas más discapacidades que tal vez por ignorantes rechazamos. Eso es lo que ocurre con la empresa de transporte público de pasajeros, UTE El Libertador, que determina por su propia cuenta quien es y quien no discapacitado para darles su pase gratuito como si fueran médicos o árbitros que en un partido de fútbol dicen si fue o no penal.

La misma empresa ahora dice que colocará rampas para que accedan los discapacitados al transporte público pero “esa empresa siempre ha realizado un montón de comentarios que querido hacer esto o lo otro y nuca lo ha llevado a cabo” afirmó Héctor Alegre un discapacitado motor que ha presentado denuncias al Concejo Deliberando por maltratos por parte de la empresa UTE.

Cierto es, que pongan o no las rampas para acceder a los colectivos hay muchas más problemas de accesibilidad. Pero hay que ser optimista porque “se firmó un acta-acuerdo con la gente de Nación y lo que se esta haciendo es formar una comisión para hacer empezar a trabajar para crear corredores accesibles, es decir tomar circuitos de la ciudad para comenzar la elaboración de una ciudad cada vez más accesible con relación a las rampas y todo lo que tiene que ver con accesibilidad en edificios públicos y privados” aseguró la directora de Discapacidad, Leticia Moyano. Vale aclarar que ni siquiera se formó esa comisión.

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 8 DE MARZO DE 2008

Julieta Pomphile

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