El reino del revés

Chicos con hambre en el granero del mundo. Sólo ocurre en el reino del revés. La inoperancia, irresponsabilidad, corrupción, y los altísimos niveles de mediocridad son las máximas autoridades en este reino, que por engreído, precario e inútil se muere de hambre.
Resulta inconcebible para cualquier persona con algo de (aunque sea escaso) sentido común que en un país con la producción agro – ganadera como el nuestro, miles de chicos concurran a las escuelas sólo para comer.

En Mar del Plata, aunque no se han detectado casos de desnutrición, sí hay, y muchos, chicos mal nutridos. La Vicedirectora de la Escuela Nº 68 nos comentaba que “el comedor en las escuelas no los alimenta equilibradamente porque es todo a base de hidratos, harinas, polenta. Lo ideal sería que todos los días haya fruta, lácteos. A la carne picada y al pollo casi ni lo ven, el pescado es imposible porque los costos no ayudan”.
Hablando de costos el Gobierno destina $1,40 por chico, no es necesario decir que con esta cifra es imposible hablar de dieta equilibrada. ¿Nuestras autoridades gastaran $1,40 en dos comidas diarias de sus hijos?
“Los días lunes hay chicos que se duermen o no tienen ganas de hacer nada porque no han sido bien alimentados durante el fin de semana” nos comentaba una maestra de la escuela.
El estar inmerso en la pobreza genera ambientes sanitarios inadecuados acompañado por la falta de acceso a los Servicios de Salud, y mantiene una alimentación inapropiada y escasa. Además de carencias educativas dentro de los hogares, y por parte del Estado que se encuentra cada vez más ausente. Vivir en estas condiciones acarrea consecuencias de por vida.
De acuerdo a los siguientes datos el 80% de los niños con madres adolescentes son pobres (ver nota El incremento de las madres adolescentes). De este total, el 10% nace con bajo peso. El 15% de los niños con madres adolescentes están desnutridos. Cuando estos chicos ingresan en edad escolar el 64% tienen problemas en el desarrollo de la inteligencia, lo que lleva a que el 20% abandone el colegio y al ingresar en el mercado laboral el 34% está desocupado.
La Organización Mundial de la Salud explica que el retraso en el crecimiento de los niños afectos por la indigencia – y la “malnutrición proteico-energética” – es simplemente una manifestación más de un síndrome de afectación general del desarrollo físico y mental. El retardo en el crecimiento se produce en los primeros tres años de vida y permanece la vida entera. “Estos niños tienen afectado su desarrollo cognoscitivo, con trastornos del lenguaje y del desarrollo motor, de la coordinación, bajo rendimiento escolar”.
Desgraciadamente estamos gestando una generación de retardados. No caben dudas que este es un punto más del siniestro plan de la política. Porque alguien que no piensa, es alguien que vota sin pensar y mantiene, sin dolo, en sus cargos a los representantes de este reino del revés. ¡Provecho!

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

Sebastián Incaurgarat