sábado, 23 de febrero de 2008

El avance de la tuberculosis y el retroceso de la política

Fiebre anorexia, adelgazamiento, sudorización, tos, disnea. Son sólo algunos de los síntomas de una enfermedad que avanza año a año y que unas 12.000 personas la contraen anualmente en Argentina, a pesar que se cuenta con medicación gratuita. De éstos, sólo el 60% cumple con el tratamiento y se curan. El 40% restante abandona o nunca lo inicia por razones de distinta índole (sociales, culturales, económicas, sanitarias, etc.).

“Naturalmente la tuberculosis tiene relación con la pobreza y la falta de accesibilidad a los sistemas de salud primaria, esto quiere decir que la gente que esta enferma no consulta. Si un señor tiene tuberculosis, empieza con los síntomas y como lo tenés que mandar a las 4 de la mañana con lluvia para que alguien lo atienda es muy probable que no vaya y de hecho como ha ocurrido en los últimos 20 años, que llegue a la guardia del hospital con una tuberculosis grave y avanzada habiendo contagiado a 20 personas antes y que abandone el tratamiento porque el abandono esta relacionado también con las condiciones sociales, hay gente que no puede comer y entre elegir la plata para comer y el colectivo para ir al hospital come y no va a buscar los remedios” nos dijo el secretario de Salud de la Comuna, Dr. Alejandro Ferro.

La realidad es clara, en un país como el nuestro donde millones de personas viven el día a día y otras tantas el minuto a minuto no van a preocuparse por su salud tanto o más que por si habrá un plato de comida en la mesa. La gente se siente mal y no va al médico porque no puede perder un día de laburo, tiene que ir a buscar un medicamento y por no gastar en el colectivo no lo busca. Entonces, ¿que hay que hacer?... invertir. Invertir en más médicos que atiendan las 24 hs para que no haya más gente haciendo colas interminables para conseguir un turno y cuando llegue a la ventanilla le digan “no hay más, vuelva mañana”. Invertir en campañas que alerten de enfermedad. Invertir en educación para que desde los primeros años, el niño sepa que la tuberculosis se contagia principalmente a través del estornudo, aunque un 5% puede ingresar por vía digestiva.

Invertir, pero ¿a quién le interesa invertir?...“En cuanto al presupuesto, el compromiso del intendente Pulti ha sido de aumentarlo un 50% en un año, todo esto dependerá de cómo se podrá salir de la crisis que estamos enfrentando, la situación presupuestaria es muy complicada”. (Dije lo que querían escuchar, que vamos a aumentar el presupuesto pero me atajé con lo de la Emergencia Económica, piensa Ferro), (¡el mismo chamuyo de siempre!, pensas vos mientras lo lees).

A pesar de que diga Ferro (porque las palabras se las lleva el viento), lo más importante es lo que dice el Dr. Martín Gnoni, Jefe de Residentes de Infectología del Hospital Interzonal. “Lo que hace la BCG es evitar las infecciones pulmonares graves, pero no implica que no te vayas a infectar igual. Si sos HIV positivo a la forma grave la vas a tener igual por más que estés vacunado. La BCG evita que la tuberculosis progrese de la forma pulmonar a la diseminada”.

Así que a no decir “tengo la BCG, que me importa la tuberculosis” porque la podes tener igual y si leíste la nota de abajo acordate que vos podes ser un HIV positivo sin saberlo y por ende la tuberculosis te afectar más que si no tenés el virus. Por eso ante cualquier duda consulta a un médico.

(Esto no es una publicidad de medicamentos o una campaña, sólo queremos informar que es lo que pasa).

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO QUE SE EMITIO EL DÍA 22 DE DICIEMBRE DE 2008.

Julieta Pomphile

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