jueves, 21 de febrero de 2008

Entre la sabiduría y el abandono

“Ya soy un sabio” diría un anciano en cualquier parte del mundo al llegar a la edad en la que sólo se mira el tiempo pasar y se disfruta de los nietos, el aire libre y la tranquilidad. “Ya soy pan comido” dice el hombre y la mujer que ya esta llegando al final de su camino y que vive en la Argentina

Ocurre que aquí a los ancianos no se los respeta, no se los ayuda y por el contrario son la presa fácil, los que sufren la violencia.

Cuando hablamos de violencia hay varios ítems a poner en juego, el primero y tal vez el que más practicamos sin, quizás, darnos cuenta es la indiferencia, el “sacarnos de encima” a los ancianos como a un trapo viejo el cual nadie usa.

Eso se nota en los geriátricos ya que “hay familias abandonicas, que no visitan nunca a sus mayores” tal como nos lo dijo Marcelo Balbuena, coordinador general de servicio social de PAMI. Quién también nos aseguro que “se trata de evitar la institucionalización porque creemos que el mejor ámbito para una persona es su hogar”.

De todas formas a los familiares de estos ancianos los internan en geriátricos que en muchos casos no están en las mejores condiciones a nivel de infraestructura y personal capacitado para la atención. Por eso es que el abandono del adulto mayor resulta no sólo una tristeza para él por no ver a sus seres queridos sino también una falta de control del ambiente en el que se lo “deposita” (lamentablemente).

En cuanto a las inspecciones que se efectúan por parte del Estado, Leticia Moyano, directora del área de Discapacidad y Adultos Mayores, estableció que “nosotros hacemos un control de funcionamiento que tiene aspectos muy concretos, que figuran en la normativa municipal: como el control del lugar, del personal, si se responden a las medidas de seguridad requeridas, es decir, si continuo con las condiciones que fue habilitado el geriátrico, tanto en lo habitacional como con el personal. Las faltas más comunes que se encuentran son la mayor gente alojada de lo que el geriátrico está habilitado”.

Y por su parte, Balbuena afirmó que “se evalúan el área médica, enfermería, habitacionalidad, personal, alimentación, y luego se promedian y se saca el puntaje del geriátrico”.

Por otro lado, el anciano que vive solo en su hogar está en el centro de la mira a la hora de cometer un asalto, (y ahí entramos en otro grado de violencia). Esto ocurre por varias razones pero principalmente porque ellos reciben jubilaciones extranjeras y además por ser débiles ante los insultos y los golpes.

Producto de la gran cantidad de estos actos violentos contra los ancianos ya se esta creando un red para prevenir estas situaciones. “Creamos una red de ínter institucionalidad que participan solamente entidades del estado para poder trabajar en forma ágil. Se tratará en primer termino el tema de prevención y luego la asistencia desde el centro de asistencia a la victima” estableció Moyano y prosiguió: “nosotros lo que brindamos mediante la red es ayuda a cualquier persona que sufra un delito de cualquier tipo. Hay un antes y un después en la vida de la victima, y mas en la gente mayor, que están en una etapa de vulnerabilidad provoca una caída en su calidad de vida muy importante”…

Por estas y muchas más razones es que los ancianos de nuestro país no pueden disfrutar y decir felizmente “ya soy todo un sabio”… si nadie los va a escuchar.

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 29 DE DICIEMBRE DE 2007

Julieta Pomphile

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