sábado, 17 de mayo de 2008

El lado oscuro de la argentinidad

“Yo, que soy piola, me mando en rojo, y no tengo que esperar como un gil. Así llego más rápido”. “Si doblo acá, no tengo que pegarme una vuelta al pedo”. La viveza criolla, el facilismo son algunos de las innumerables características del argentino, las cuales nos arrastran, entre otros desastres, a ser el país con mayor cantidad de accidentes de tránsito. Todo eso, acompañado de una ausencia del Estado (que también es argentino) en políticas de educación y prevención.

Las autoridades reconocen el problema. El Director de Transporte y Tránsito de la Comuna, Juan José Arteaga, asegura: “no lo veo bien al tránsito. El problema pasa por una cuestión de falta de respecto de los conductores. Tenemos una ciudad muy grande, con un parque automotor muy importante que ha ido creciendo muchísimo en los últimos años, y no sólo en autos sino también en motos”. Luego, el funcionario agrega: “cuesta mucho que la gente tome consciencia, nos va a llevar mucho tiempo. Fundamentalmente por un problema de educación que tenemos todos”. Cabe agregar que desde el verano pasado la Comuna realiza controles de alcoholemia, con buenos resultados. “Lo hacemos los fines de semana a la mañana temprano, y no a la noche cuando sale el vecino a cenar, y se toma una copa de vino”, explica Arteaga.

Lamentablemente, una típica de nuestra ciudad es la falta de datos, estadísticas, y números en referencia a los problemas que no aquejan. Así es que el presidente de la Asociación Pro Ayuda a las Víctimas de Accidentes de Tránsito (APRAVAT), Ricardo Vega, dice que “en Mar del Plata no hay estadísticas confiables.”

Luego, Vega sostiene: “hemos presentado relacionados con prevención, educación vial, y con el mapa accidentológico entre 25 y 28 proyectos, ninguno fue aprobado, todos cajoneados, incluso el de hacer el mapa accidentológico de la ciudad”, y añade que “lo que falta son políticas activas, voluntad política, también que nos demos cuando que el cambio empieza por uno mismo”. Quizás esto último que sugiere, es el principio de nuestros problemas, o por lo menos de este.

Por su parte, la presidente de la Comisión de Transporte de la Comuna, concejal Verónica Hourquebié, plantea que la solución al caos de transito es una materia pendiente y el problema debe ser encarado con una política de estado. “El municipio debe dotar a los agentes de transito”, sugiere.

¿Quería otra argentinidad? Lea, por favor: “Secuestran las motos de los que andan sin casco, pero no se hacen campañas de prevención”, advierte la concejal. Mientras que Arteaga asegura que “las campañas están, pero debe haber mayor presencia nuestra en la calle”. Otro ejemplo de “pasarse la bola”, otra de nuestras inmejorables particularidades como argentinos. El ciudadano le pasa la responsabilidad al político. Y el político se la pasa a otro.

Si un argentino va a Suecia, no tira un papel en la calle, por que lo multan. Si va a Estados Unidos, es seguro que respete las normas de transito, porque va preso. Sin embargo, acá no le damos importancia, en el “mundo del revés”, (ver nota) “total nadie respeta nada”.

La falta del concepto de comunidad, de tener un proyector en común, en apuntar hacia un destino son las carencias de nosotros como país.

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 26 DE ABRIL DE 2008

Sebastián Incaurgarat

No hay comentarios: