martes, 20 de mayo de 2008

La era de las divisiones

Luego de 26 años de la locura de Malvinas, los problemas no se acaban. Si bien los ex combatientes han adquirido su tardío reconocimiento, otro grupo, que no entró en combate pero si fue trasladado, UNSOMA (Unión de Soldados de Malvinas), exige lo mismo. Hay cuestionamientos por parte de los primeros, y pedidos por parte de los otros. Otra división más a las ya existentes.

No bastan los cientos de caídos en la guerra, ni siquiera otros tantos más muertos en la post-guerra para cesar, de una vez, con las consecuencias que se acarrean.

Lamentablemente, los ex combatientes ya reconocidos se enfrentan y cuestionan, con razón o no, el pedido de UNSOMA tratándolos de interesados cuando conocieron el monto de las pensiones que cobraran.

El presidente de UNSOMA, Javier Girotto, sostuvo, luego de un breve enfrentamiento con algunos integrantes del Centro de Ex Combatientes: “hay una falta de información muy fuerte por parte de ellos. Si bien en Mar del Plata, específicamente, están en contra de nuestra posición, el resto de los ex combatientes apoyan nuestra causa porque empezaron a enterarse de la situación de conflicto y de acciones de guerra que vivimos en el continente. Básicamente, el problema del rechazo está en la cúpula o de desconocimiento como lo llamo yo”, y agregó: “reclamamos una contención del tipo social, psicológica, porque la gente realmente necesita de estos servicios. No solamente los beneficios económicos sino los beneficios sociales”.

Girotto asegura que la Constitución Nacional adhiere a tratados internacionales, en este caso la Convención de Ginebra, que determina muy bien quienes son combatientes y quienes no.

“Hubo ingleses detenidos en el país. No sólo estuvieron en Comodoro Rivadavia sino también en Bahía Blanca y en La Rioja, que habían quedado escondidos en la Isla después del 2 de abril, esto es algo que muy poca gente sabe. Además, muchos compañeros recibieron gente herida que eran trasladados al continente, a los centros de asistenciales de Capital Federal”, expresó.

Otro de los integrantes de UNSOMA, Edgardo Alberti, declaró: “estuvimos en Puerto Deseado, otros estuvieron en Comodoro Rivadavia, Puerto San Julián, Río Grande. Está probada la intención de gran Bretaña de atacar Río Grande para que no pudieran despegar aviones de ahí. Lo mismo con lo que hacíamos nosotros en el sector costero donde está probado también que hubo submarinos nucleares apostados en esa zona. En el caso particular de la agrupación nuestra hubo incursiones aéreas a las cuales se le respondió con fuego, y nunca se dejó probado por el mismo estado argentino. Entonces son los británicos los que nos tienen que decir que hubo actividad bélica”.

“Nos duele que digan que hace muchos años que no participábamos y que ahora aparecemos. No digo que muchos se han acercado en los últimos años tal vez por el interés, pero los que estamos dirigiendo esto hace muchos años que estamos en este reclamo, y no es porque se haya aumentado y porque nos interese una pensión. A mi, particularmente, si no me dan nada y me dicen usted es reconocido con eso me basta y me sobra”, añadió.

De la otra parte, Mariano Garbini, del Centro de Ex Combatientes dijo en el discurso del acto del 2 de abril: “los que se autodefinen como veteranos de guerra no reconocidos apelan ahora a la protesta y a la movilización exigiendo reconocimiento sólo a partir del momento en el que el gobierno nacional elevara el monto de nuestras pensiones. Dejando en claro que se trata de un tema meramente económico ya que todos los años que han pasado desde aquellos días jamás tuvimos conocimiento de dicho reclamo ni supo la sociedad la existencia de estos grupos que, curiosamente, hicieron su aparición a partir del momento los mostos de las pensiones a los ex combatientes tomaron significación. Siendo pertinente la pregunta: ¿Dónde estuvieron todos estos años compañeros? Mientras los verdaderos veteranos de guerra golpeábamos las puertas de los políticos. Mientras éramos reprimidos por las fuerzas de seguridad por nuestro legitimo reclamo. Mientras sufríamos en carne propia el olvido y la discriminación. En esos momentos donde decir que uno era ex combatiente significaba rechazado en un trabajo”.

Aquellos que estuvieron en la guerra, ya han sido reconocidos, no sólo económicamente sino socialmente, y bien merecido lo tienen. Pero otros, que no entraron en combate, sin embargo fueron trasladados, también formaron parte de la locura de Malvinas.

En tiempos de divisiones, cada vez más fragmentadas: campo o Gobierno, Clarín o Gobierno, petroleras o Gobierno, se ha sumado una más; la de los veteranos de Malvinas. Una vez unidos, en 1982, y enfrentados desde entonces.

Sebastián Incaurgarat

ESTÁ INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 5 DE ABRIL DE 2008

sábado, 17 de mayo de 2008

El lado oscuro de la argentinidad

“Yo, que soy piola, me mando en rojo, y no tengo que esperar como un gil. Así llego más rápido”. “Si doblo acá, no tengo que pegarme una vuelta al pedo”. La viveza criolla, el facilismo son algunos de las innumerables características del argentino, las cuales nos arrastran, entre otros desastres, a ser el país con mayor cantidad de accidentes de tránsito. Todo eso, acompañado de una ausencia del Estado (que también es argentino) en políticas de educación y prevención.

Las autoridades reconocen el problema. El Director de Transporte y Tránsito de la Comuna, Juan José Arteaga, asegura: “no lo veo bien al tránsito. El problema pasa por una cuestión de falta de respecto de los conductores. Tenemos una ciudad muy grande, con un parque automotor muy importante que ha ido creciendo muchísimo en los últimos años, y no sólo en autos sino también en motos”. Luego, el funcionario agrega: “cuesta mucho que la gente tome consciencia, nos va a llevar mucho tiempo. Fundamentalmente por un problema de educación que tenemos todos”. Cabe agregar que desde el verano pasado la Comuna realiza controles de alcoholemia, con buenos resultados. “Lo hacemos los fines de semana a la mañana temprano, y no a la noche cuando sale el vecino a cenar, y se toma una copa de vino”, explica Arteaga.

Lamentablemente, una típica de nuestra ciudad es la falta de datos, estadísticas, y números en referencia a los problemas que no aquejan. Así es que el presidente de la Asociación Pro Ayuda a las Víctimas de Accidentes de Tránsito (APRAVAT), Ricardo Vega, dice que “en Mar del Plata no hay estadísticas confiables.”

Luego, Vega sostiene: “hemos presentado relacionados con prevención, educación vial, y con el mapa accidentológico entre 25 y 28 proyectos, ninguno fue aprobado, todos cajoneados, incluso el de hacer el mapa accidentológico de la ciudad”, y añade que “lo que falta son políticas activas, voluntad política, también que nos demos cuando que el cambio empieza por uno mismo”. Quizás esto último que sugiere, es el principio de nuestros problemas, o por lo menos de este.

Por su parte, la presidente de la Comisión de Transporte de la Comuna, concejal Verónica Hourquebié, plantea que la solución al caos de transito es una materia pendiente y el problema debe ser encarado con una política de estado. “El municipio debe dotar a los agentes de transito”, sugiere.

¿Quería otra argentinidad? Lea, por favor: “Secuestran las motos de los que andan sin casco, pero no se hacen campañas de prevención”, advierte la concejal. Mientras que Arteaga asegura que “las campañas están, pero debe haber mayor presencia nuestra en la calle”. Otro ejemplo de “pasarse la bola”, otra de nuestras inmejorables particularidades como argentinos. El ciudadano le pasa la responsabilidad al político. Y el político se la pasa a otro.

Si un argentino va a Suecia, no tira un papel en la calle, por que lo multan. Si va a Estados Unidos, es seguro que respete las normas de transito, porque va preso. Sin embargo, acá no le damos importancia, en el “mundo del revés”, (ver nota) “total nadie respeta nada”.

La falta del concepto de comunidad, de tener un proyector en común, en apuntar hacia un destino son las carencias de nosotros como país.

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 26 DE ABRIL DE 2008

Sebastián Incaurgarat