miércoles, 25 de junio de 2008

Meningitis: precauciones y concejos

Aunque no es para entrar en pánico y alarmarse ante ciertos síntomas, difíciles de detectar, la meningitis sólo afecta a los recién nacidos y niños. Según el pediatra Ricardo Wolf: “es una enfermedad infecciosa de curso agudo y afecta a las meninges. Estas son una capa que cubre al sistema nervioso central, lo protege. La enfermedad depende de que edad afecta, según eso son los síntomas”.

En un recién nacido la gravedad es mucho mayor, y los síntomas pueden ser mínimos. En los chicos un poco más grandes, los lactantes, los que toman pecho o mamadera, se puede ver que los chicos empiezan a tener fiebre, no quieren comer, o comen menos. La fontanela (cavidad que al no haberse cerrado todavía el cráneo permite que al tocarla uno siente si hay presión endocraniana) empieza a estar bursátil, llena y se sobreeleva cuando el bebe empieza a llorar. Esto hay que sentirlo cuando no esté llorando. Asimismo va a estar molesto, irritable, inquieto. Generalmente, la fiebre se acompaña con vómitos, vómitos que tienen ciertas características: son en chorro, no tienen una arcada, y se expulsa a una distancia mucho mayor a la normal.
Los chicos más grandes tienen molestias con la luz, tratan de estar quietos, tranquilos porque la luz los molesta. Uno, también puede notar una rigidez de nuca, es decir, le duele y le molesta mover la cabeza.
Dentro de los síntomas más comunes en esta enfermedad están: inactividad, fiebre alta inexplicable o cualquier forma de inestabilidad en la temperatura, incluyendo la baja temperatura corporal, irritabilidad, vómito, ictericia (color amarillento de la piel), poco comer o negarse a hacerlo.
Para prevenir la meningitis es imprescindible la higiene entre los niños, es así que deben tomarse medidas en las instituciones a donde concurren diariamente. “Lo que se debe hacer es ventilar bien los ambientes para que no se concentre todo el calor y el calor humano de los chicos. Para que los microbios que traen no queden en el ambiente. Además, se debe baldea con lavandina, a las mesas y sillas se las limpia con cloro, al igual que los baños. Los tanques de agua se lavan, después se hace el análisis que corresponde, cada un año, para que el agua esté en condiciones”, señala Mirta Juárez, Directora del Jardín Mamina, quien también afirma que “los chicos traen de su casa, cada uno, virus, bacterias o infecciones y se van contagiando entre ellos. Por eso decimos que en un ambiente cerrado, donde haya mucha calefacción y que no tenga una corriente de aire, estas bacterias se reproducen más rápido”, y agrega que “los nenes se tocan entre ellos o comen con las manos sucias. Nosotros tratamos que se laven bien las manos y que se sequen con sus toallas y tomen la merienda con sus tazas. Que luego las deben lavar en sus casas para que aprendan desde allí también”.
De encontrarse con un caso de meningitis en una institución educativa, “hay que saber si es viral o bacteriana, que puede ser un meningococo que es, lamentablemente, la que tiene una evolución más torpida porque aparecen manchitas de color rojo en la piel. Entonces si se determina que es un meningococo hay que hacer una profilaxis en todos aquellos que han pasado cuatro horas durante cinco días con el chico”, indicó el Dr. Wolff.
En la ciudad se han registrado casos esporádicos. El secretario de Salud de la Comuna, el Dr. Alejandro Ferro señala: “hay un caso de Miramar que se está atendiendo en la ciudad, hace 30 días hubo otro caso, siempre hablando de meningitis por meningococo. Después hubo un caso por neumococo que no es un germen contagioso. Pero hace un mes, más o menos, falleció una mujer oriunda de Santa Fe, por una meningitis que no se pudo aclarar el germen”, y luego aclara que “la cantidad de casos no excede a los que son esperables para este momento, aunque no quiere decir que la semana que viene hablemos de otra cosa”.
Es necesario tener en cuenta que “cuando uno tose no debe ponerse la mano tapando la boca porque ahí lo único que hace con esas gotitas que se eliminan en ese momento, quedan en la mano y después se la doy a otra persona o toso sobre una mesa y otro pone la mano. Cuando uno tiene este problema debe cubrirse con el pliegue del codo, y es recomendable usar pañuelos descartables, también evitar estar cerca de otros chicos para no contagiarlos”, aconseja el pediatra Wolff.

Sebastián Incaurgarat

ESTA INVESTIGACIÓN FORMÓ PARTE DEL MICRO EMITIDO EL DÍA 10 DE MAYO

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